COVID-19 está cambiando nuestras rutinas diarias, por lo que es importante cuidar nuestro bienestar general, el bienestar de nuestras personas cercanas y comunidad, ya que estamos enfrentando este proceso todos juntos.

La idea de estar en medio de una pandemia causa temor y rápidamente modifica la forma en que trabajamos, socializamos, viajamos, accedemos a servicios de salud, hacemos ejercicio, compramos y vivimos. Es normal que muchas personas se sientan ansiosas, estresadas, preocupadas y asustadas. Esto puede ser especialmente difícil para quienes viven con algunos problemas de salud mental, ya que el estrés y la ansiedad pueden empeorar estos estados.

El hecho de ser migrante, no manejar muy bien el inglés y estar lejos de nuestros seres queridos puede ser un elemento que empeora aún más los sentimientos de ansiedad, temor y estrés. Es por eso que hemos querido compartir con ustedes algunos consejos que pueden ayudarnos a manejar mejor la etapa en la que estamos, los cuales han sido desarrollados por La Fundación de Salud Mental de Nueva Zelanda (Mental Health Foundation). Si quieres más información sobre esta organización, puedes visitar esta página web  https://www.mentalhealth.org.nz/get-help/covid-19/.

Encontrar formas de conectarse con otros

Conectarse con otros es muy importante para nuestro bienestar, nos ayuda a sentirnos seguros, menos estresados y menos ansiosos. Podemos apoyarnos los unos a los otros para superar este difícil momento.

Algunas formas de conectarse con otros pueden incluir: escribir emails, jugar algunos juegos online, usar recursos de lectura online, hacer videollamadas con compañeros de trabajo, llamar a amigos o seres queridos que están en cuarentena, contactar a nuestros vecinos para asegurarnos de que las personas a nuestro alrededor tienen acceso a las cosas que necesitan para sobrellevar esta experiencia de aislamiento social.

Encontrar formas de conectarse con el entorno

Focalizarse en la belleza del entorno que nos rodea, darse unos momentos para sentir el sol en nuestra piel, respirar aire fresco cuando sea posible, hacer una lista de las cosas por las cuales estamos agradecidos, tomarse un tiempo para darle a alguien las gracias por cómo nos hizo sentir, hacer ejercicios de meditación usando YouTube, mirar las plantas que tenemos en casa o aquellas que podemos ver desde nuestra ventana las cuales han estado creciendo y cambiando cada día.

Encontrar formas para estar activos

Sabemos que es difícil sin tener acceso a gimnasios o deportes, pero esto puede ser llevado a cabo. Podemos jugar con niños en casa, seguir clases de yoga online, intentar una nueva forma de trabajar nuestro cuerpo en YouTube, salir a caminar o correr (a dos metros de distancia unos de otros), usar algunos elementos pesados que tengamos en casa, elongar.

Encontrar formas de dar

Hacer elogios, pensar en alguna habilidad, talento o cualidad que podemos compartir con nuestros amigos, personas que vivimos o familia (como enseñar español), hacer saber a las personas que nos rodean que estamos disponibles para ayudar si es que necesitan comprar algo en el supermercado por ejemplo, preguntar a las personas que nos rodean si es que necesitan algún tipo de ayuda de nuestra parte.

Encontrar formas de seguir aprendiendo

Mantener nuestra curiosidad despierta, conectarse con el mundo que nos rodea es una muy buena manera de incrementar nuestro bienestar. Elegir una pregunta que nos hemos estado haciendo hace mucho tiempo y darse un tiempo para responderla. Llamar a nuestros padres o abuelos y preguntarles a ellos cómo funcionaban las cosas durante su infancia. Revisar historias, mitos y leyendas de diferentes culturas. Podemos comenzar a aprender un nuevo idioma usando algunas aplicaciones online o también pedirles a nuestros hijos que nos enseñen qué han aprendido en la escuela.

Pasar tiempo en la naturaleza

Tener que estar en casa no significa que uno tiene que estar encerrado todo el tiempo. Es importante pensar algunos mecanismos a través de los cuales podemos traer elementos del exterior a nuestra casa que nos permitan conectarnos con la naturaleza. Pueden ser fotografías de montañas, paisajes, el mar o ríos que han tenido algún significado especial para nosotros. Otra manera de lograr esto es hablando con nuestras plantas, escuchando los sonidos de la naturaleza mientras hacemos otras cosas, abrir las ventanas lo más frecuente que podamos y tomarnos tiempo cada día para sentir los rayos del sol, el viento o la lluvia sobre nuestra piel.

Continuar tomando nuestros medicamentos

No dejes de tomar tus medicamentos sin haber discutido esto primero con tu médico. Contacta a tu GP para conseguir cualquier receta médica que necesites. Si estás en casa y eso está interrumpiendo tus rutinas, pone en tu celular recordatorios que te recuerden cuando te debes tomar los medicamentos.

Si estás recibiendo algún tipo de apoyo para tu salud mental, continúa con eso en la medida que sea posible. Habla con tu GP, terapeuta, trabajador social o equipo de salud mental acerca de la mejor forma de continuar recibiendo su apoyo ya sea por teléfono, emails, mensajes de texto o video chat.

Mantén tus rutinas o comienza otras nuevas

Las rutinas pueden ser aburridas, sin embargo, son buenas para nuestra salud mental. Trata de ir a la cama y levantarte a la misma hora, comer a horas similares, mantener tu higiene personal, cambiar tu ropa, reunirte regularmente con las personas que lo haces, pero de manera virtual y hace tus tareas. Esto ayudará a que tener más control sobre tus días y a ajustarte cuando la vida comience a volver a la normalidad.

Explora nuevas formas de relajación

Muchos de nosotros no hemos hecho ejercicios de relajación por mucho tiempo. Puede tomarnos un par de ensayos y errores hasta que encontremos aquellas prácticas que funcionan mejor para nosotros. Puede ser encender una vela, leyendo un buen libro, jugando videojuegos, hablando con un amigo, escuchando música, pintando mandalas, viendo películas. Todos necesitamos encontrar formas para ayudarnos a nosotros mismos a recargarnos de energía en nuestras mentes y cuerpos.

Limitar el tiempo que vemos o leemos noticias

Te recomendamos revisar fuentes fidedignas de información tales como el Ministerio de Salud de Nueva Zelanda y revisar esta información una vez al día. Si deseas seguir revisando nuevos eventos, trata de darte cuenta cómo te hace sentir el hecho de exponerte a esa información y establece tiempos limitados o restringe las fuentes de información a una o dos si es que lo necesitas.

Finalmente, en caso de que desees conversar sobre tus sentimientos, miedos y preocupaciones con algún profesional o si estás preocupado por la salud mental de otra persona, te recomendamos buscar ayuda en los siguientes teléfonos. Todos son recursos gratuitos y confidenciales en Nueva Zelanda.

 

Llamada gratuita o mensaje de texto al 1737

Funciona las 24 horas del día, quien responderá tu llamada será un terapeuta profesional.

 

Lifeline – Llama al 0800 543 354 o mensaje de texto al 4357 (HELP)

Funciona las 24 horas del día, quien responderá tu llamada será un terapeuta profesional o un voluntario que ha sido entrenado.

 

Youthline – Llama al 0800 376 633 o manda mensaje de texto al 234

Funciona las 24 horas del día, este servicio está focalizado en prestar ayuda a personas jóvenes quienes reciben orientación por parte de personal que ha sido entrenado.

 

Samaritans – Llama al 0800 72 66 66

Funciona las 24 horas del día, ofrece apoyo en salud mental, es confidencial, libre de prejuicio y laico (no religioso).