Matariki se celebra durante los meses de Junio y Julio de cada año. Para esta ocasión, se celebra particularmente durante la semana del 13 al 20 de Julio. Esta fecha es importante en Nueva Zelanda ya que se corresponde con el año nuevo Maorí. Esta celebración nos brinda una oportunidad de renovarnos, para reflexionar sobre quiénes somos y nos invita a conectarnos con otros.
El año nuevo Maorí, a diferencia del año nuevo latino que celebramos el último día de Diciembre, está marcado por la aparición de un grupo de estrellas conocidas como Pléyades o las siete hermanas. La comunidad Maorí nombró a este grupo de estrellas que aparecen en medio del invierno como ‘Matariki’. La llegada de Matariki para los maoríes marca el inicio del cambio de estación el cual conlleva a una temporada más cálida y, por lo tanto, mucho más favorable para el cultivo y producción de alimentos.
Como muchas de las tradiciones y celebraciones latinas, Matariki también es un buen momento para rememorar a aquellos seres queridos que han fallecido de manera previa. Además, las personas se reúnen en familia para reflexionar sobre los eventos ocurridos durante el último año, compartir aprendizajes y para hacer planes sobre el futuro.
La forma en que se celebra Matariki está marcada por abundante comida, música, bailes y festividad en general. Por lo tanto, esta celebración posee una connotación muy positiva para los maoríes y para Nueva Zelanda en general.
Muchas escuelas, universidades y comunidades organizan sus propias celebraciones cada año. Sin embargo, la celebración más mediática se lleva a cabo en el museo Te Papa ubicado en la capital del país, Wellington. Si no tienes la posibilidad de sumarte a estas celebraciones comunitarias, pero estás interesado/a en practicar esta tradición, existen otros mecanismos a través de los cuales puedes conmemorar esta fecha. Uno de ellos es reflexionar sobre tus esperanzas, sueños y aspiraciones para el año entrante.
Para finalizar este artículo, compartiremos contigo una versión en español de la historia que se ha trasmitido generación tras generación en Nueva Zelanda, lo que ha permitido mantener esta costumbre viva.
La leyenda de Matariki.
Matariki significa ‘ojos pequeños’ o ‘ojos de Dios’. Los hijos de la madre tierra denominada ‘Papatuanuku’ y el padre del cielo ‘Rangunui’, cuando se separaron entre ellos trajeron consigo la luz y la vida en la Tierra. El dios del bosque conocido como Tane Mahuta, acostado de espaldas y utilizando sus pies, utilizó toda su fuerza para separar a la tierra del cielo. Pero el dios del viento conocido como Tawhirimatea, estuvo en desacuerdo con la acción de su hermano. Él pensó que tratar de separar a sus padres era un acto cruel, por lo cual estaba muy enojado con su hermano. El dios del viento arrancó sus propios ojos y los arrojó lejos hacia el cielo, de manera tal que ellos podían observar a toda la humanidad.
Los ojos de Tawhirimatea (dios del viento), se transformaron en muchas constelaciones, y entre ellas vive Matariki, la madre y sus siete hijas (conjunto de estrellas). Ellas aparecen después de cada solsticio de invierno y usan todos sus poderes y energías para ayudar al sol que se encuentra debilitado, a cumplir su travesía que le permita regresar al sur, trayendo consigo estaciones más cálidas.